top of page

Reproducir video
Facebook
Twitter
Pinterest
Tumblr
Copiar Enlace
Enlace copiado
Naturaleza, tradición y arquitectura son algunos de los elementos que caracterizan a este estado.
Aventúrate a conocer sus nueve Pueblos Mágicos

Atlixco
Este pueblo comparte un paisaje con el volcán Popocatéptl y su presencia acompaña el vaivén de los días de este rincón poblano. No hay frío asi que árboles frutales, plantas y flores crecen despreocupados. Los atlixquenses viven del comercio de estos regalos de la tierra y tienen la costumbre de celebrar con floridos tapetes sus mayores fiestas.

Chignahuapan
En este pueblo serrano abundan el agua y los colores. Tiene una laguna en el centro pero también ríos, cascadas y pozas termales en derredor. En ella se festeja el Día de Muertos con un ritual que recuerda el camino prehispánico del alma hacia el Mictlán. Las fachadas de las casas, el quiosco de la plaza principal y las esferas que se fabrican poseen siempre tonos vivos para combatir la rutina.

Cholula
Como queriendo alcanzar al Popocatéptl se eleva el Santuario de Nuestra Señora de los Remedios, la iglesia de cúpulas de azulejos que los españoles edificaron en el siglo XVI. La colocaron justo encima de la Gran Pirámide, el basamento que más parece cerro que sitio arqueológico.

Cuetzalan
La montaña le regala a Cuetzalan, un pueblo de calles empredradas donde callejonear resulta gratificante. Verás los pájaros volar sobre las palmeras, exhalarás aromas a café y convivrás con su gente. Caminarás junto a las mujeres nahuas al ritmo de su falda, para llegar al mercado donde flores, frutos, canastos y rebozos son el alma del lugar. A lo lejos, los helechos arborescentes, las cuevas y los ríos esperan para una nueva aventura.

Huauchinango
Acompañado por el Cerro de Zempoala, este pueblo fué en tiempos prehispánicos tributario de Texcoco hasta la caída de Tenochtitlán. Esta lleno de azaleas y caminando por la Plaza de la Constitución huele a cachuate tostado que venden las mujeres de largas nahuas y blusas bordadas. Ríos y cascadas lo circundan así como presas donde cabe la calma, árboles y nubes que se reflejan en el agua.

Pahuatlán
Solo atravesando valles y barrancas se llega a este pueblo en medio de la sierra poblana. Pahuas y cafetos crecen por todas partes, hay bosques de niebla y también magia. Aquí persisten numerosas tradiciones prehispánicas: se cree en el poder de los brujos para conjurar males, se ofrenda el papel amate que se produce en San Pablito y aun se ejecuta el ritual de los Voladores, ése que se heredó del antiguo Totonacapan.

Tlatlauquitepec
Colmado de Oyameles y aire limpio, este pueblo posee todo el encanto de los pueblos de la sierra. Sus nubes vuelan bajo o se pasean rodeando la cúspide del Cerro Cabezón. Abajo, la gente cultiva flores, sobretodo tuberosas. Con esas blancas flores se confeccionan tapetes y ofrendas para la patrona, la Virgen de la Asunción. Se toma café y licores de hierbas.

Xicotepec
Ensimismado, ajeno al resto del mundo por estar ubicado en el centro de la sierra poblana, Xicotepec pasa sus días entre árboles de aguacate. Su clima es cálido y su gente esta acostumbrada al aroma que se desprende del café ya que está rodeada de cafetales y montañas. Aquí se tiene fe en los santos de la región pero también en los dioses prehispáncos y en los magos.

Zacatlan de las Manzanas
Siempre acompañado de neblina, Zacatlán vive al borde de la hermosa Barranca de los Jilgueros. Se tiene la costumbre de hornear pan todos los días, de fabricar monumentales relojes y cultivar las frutas que la tierra les regala. Son las manzanas las que más abundan por lo que se deshidratan o se convierten en licores y mermeladas. Su existencia se agradece cada año durante la Feria de la Manzana con bailes y desfiles de carros alegóricos.
bottom of page